La cultura no pertenece a las élites, la cultura la llevamos nosotros en nuestro cuerpo y en nuestra herencia de siglos. Cuando alguien quiere manifestarse busca en el espacio y el tiempo formas para llegar a conmover al otro y recurre a las disciplinas artísticas para expresarlo.
Moviéndonos en la interdisciplinariedad con equipos que siempre han puesto en juego todo su ser.
La gente busca la alegría, el reposo, la rabia, el perdón, el consuelo. Busca transformar su entorno, y transformarse así mismo, a través del viaje que propone el teatro.